Aprovechando unos minutos para descansar de la ajetreada vida de un estudiante en junio, voy a escribir la crónica con una semana y media de retraso. Sinceramente, me gustaría escribir como antes, cada día; pero, lamentablemente, es imposible ahora mismo.
Bueno, a lo que iba: crónica semana del 23 al 29.
JUEVES 26
Segunda clase para practicar el acrosport puramente dicho. Primero había que crear posturas de parejas y, luego, la profesora tomaba una foto de los resultados. Y para acabar la clase, el gran grupo, con otras palabras, los trentitantos alumnos hicimos una "composición en común". Sin embargo, esta sesión destacó por las figuras de acrosport, sino por la carencia de higiene en las algunos compañeros, lo que creó un ambiente incómodo, ya que es muy difícil hacer este tipo de ejercicios físicos en tales condiciones. Entonces, como representante del grupo, les iba a proponer algunas medidas, pero, finalmente, ya no vamos a continuar haciendo acrosport.
VIERNES 27
A causa de que, en el último momento, nos quedamos sin brújulas, no pudimos realizar la clase preparada para este día, por lo que sólo hemos calentado. Y se me olvidaba decir que la profesora, también, nos avanzó alguna información como, por ejemplo, la forma de realizar la clase de orientación y, durante cinco minutos, pudimos elegir algunos de los sitios para esconder las balizas.
Y para acabar quiero contaros que, aunque últimamente estoy escribiendo con menos frecuencia, no perdáis de vista el blog, porque en unos días podréis leer la sesión de esta semana pasada y, además, un especial sobre la brújula...
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